domingo, agosto 21, 2011

Para ti que eres chavista



Para ti que eres chavista

HERMANN PETZOLD RODRÍGUEZ |  EL UNIVERSAL
sábado 20 de agosto de 2011  10:56 PM
Querido amigo que simpatizas con el chavismo. Antes que nada no escribo para recriminarte o juzgarte por lo que ha sucedido en estos 12 años de gobierno. Quiero aclararte que mi objetivo no es mencionar la gestión de Chávez. Es hablar de la unión de los venezolanos y pedirte ayuda. 

Vivimos en un país polarizado producto de una dinámica de violencia física y verbal que ha hecho que la brecha entre nosotros sea cada vez más grande. No solo de tu parte, sino también de la mía. Pero por encima de este malestar y división desproporcionada, existe un tema que nos incumbe a ambos: nuestro país. La Vinotinto ha logrado causar uniones momentáneas entre clases sociales y políticas, pero no ha sido suficiente. 

Sabes muy bien, que las diferencias políticas no pueden ser tan fuertes como para que nosotros no podamos ser amigos y trabajar por el bien común. El que no sume en este país, que no entre a jugar. Sé que hay muchas personas que instan al odio y a la descalificación, y consideran segregado a aquel que no piensa como ellos. El "ellos" no es un grupo, sino personas que actúan irresponsable e individualmente afectando la comunicación y el bienestar entre los venezolanos. Estas personas son tanto adeptas a Chávez como contrarias a él. Si bien, pienso contrario a ti porque no apoyo a Chávez, si coincido contigo en que esta pesadilla discriminatoria diaria debe acabar. A quienes si debemos excluir de nuestro proyecto mutuo es aquellas personas que se interpongan con absurdas ideas divisorias. Por dentro, muchos venezolanos han aprendido a sostenerse y a sobrevivir a través del odio desmedido. Eso debe acabar. Tiene que erradicarse. Debe predominar el perdón y la generosidad. 

Esto no es un llamado a la MUD ni mucho menos a Chávez para que hagan algo. Es una alerta para ti y para mí. Para cada uno de nosotros que vive en Venezuela y que por múltiples razones nos hemos convertido en una especie de ermitaño que solo vive en función de sus problemas y de sacar o apoyar a Chávez, y aquello que esté fuera de este círculo no es prioritario. Incluso es rechazado y no existe. Una cosa es que difiera de una persona por apoyar o no a Chávez, y otra es que humille e insulte como si fuera una especie de Alien. ¿Cuántas veces hemos hablado sobre personas de forma despectiva, por el hecho de tener una opinión diferente sobre política? 

El planteamiento ni siquiera cae en una mesa de diálogo para tratar el tema. Se trata sobre lo que hagamos cada uno. Sin supervisión. La decisión la tomamos individualmente. Ni en masa, ni con elecciones. ¿Qué puedo hacer para reconciliarme con algún familiar que piensa diferente a mí? ¿Cómo evito insultar o hablar mal de mi vecino o compañero a pesar de ser chavista o de la oposición? ¿Qué acto de humildad y respeto puedo hacer para estrechar lazos con los demás? ¿Cómo puedo ayudar a los demás? ¿Cómo dejar de calificar o tachar a alguien por su tendencia política? ¿Qué hacer para sumar por mi país? Cuándo entenderemos que el problema del otro -vecino, familia, amigo, compañero- es mi problema. 

Amigo, yo no voy a obligarte a que pienses igual que yo. La libertad es el mayor tesoro de la democracia. Si tú deseas votar por el candidato del PSUV en las elecciones de 2012, adelante. Eso no va a impedir que dejes de ser mi amigo. La unión entre nosotros no es por política, sino por el amor que le tenemos a Venezuela, por las costumbres arraigadas de la ciudad donde crecimos, por la tradición familiar de nuestros padres, por el sacrificio diario por nuestras familias y amigos, y también por la esperanza de sacar este país adelante metiéndole el pecho. 

Necesito que me ayudes. Acabemos con el odio. A veces cuesta perdonar, pero hinquémonos y con mucha humildad empecemos a sembrar amor en lugar de resentimiento, por donde pasemos. 

Licenciado en Comunicación Social - MBA IE Business Schoo

hpr1906@hotmail.com
@hermann196


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