miércoles, diciembre 31, 2008

Las uvas del tiempo


Andrés Eloy Blanco (abogado, escritor, poeta y político venezolano) Escribío su poema "Las uvas del tiempo", cuando era víctima del regimen carcelario del dictador venezolano Juan Vicente Gómez, estuvo preso durante cinco años en los andes venezolanos, en un pueblo llamado Apartaderos. Gómez tuvo que respetarle la vida a Andrés Eloy Blanco, por presiones del gobierno del Reino de España, ya que Blanco era una celebridad literaria en España, por haber ganado un premio otorgado por la Real Academia Española en 1924, gracias a un poema llamado Canto a España. Luego de la muerte de Gómez, Andrés Eloy Blanco, llegará a ser canciller de Venezuela, durante el gobierno de Rómulo Gallegos, además de ser representante de Venezuela, ante la Conferencia de las Naciones Unidas, entre sus más grandes poemas figura "Pintame angelitos negros" mundialmente conocido por haber sido inmortalizado en ritmo de bolero y mariachi, el cual fue cantado hasta por Pedro Infante, Andrés Eloy Blanco, morirá exiliado en México en 1955, ya que era uno de los fundadores del partido Acción Democrática y el Gobierno del general Marcos Pérez Jiménez, no le quedó otra alternativa que expulsarlo del país, ya que no podía eliminarlo tan fácilmente.






Las uvas del tiempo



Madre: esta noche se nos muere un año.

En esta ciudad grande, todos están de fiesta;

zambombas, serenatas, gritos, ¡ah, cómo gritan!;

claro, como todos tienen su madre cerca...

¡Yo estoy tan solo, madre,

tan solo!; pero miento, que ojalá lo estuviera;

estoy con tu recuerdo, y el recuerdo es un año

pasado que se queda.

Si vieras, si escucharas esta alboroto: hay hombres

vestidos de locura, con cacerolas viejas,

tambores de sartenes,

cencerros y cornetas;

el hálito canalla

de las mujeres ebrias;

el diablo, con diez latas prendidas en el rabo,

anda por esas calles inventando piruetas,

y por esta balumba en que da brincos

la gran ciudad histérica,

mi soledad y tu recuerdo, madre,

marchan como dos penas.



Esta es la noche en que todos se ponen

en los ojos la venda,

para olvidar que hay alguien cerrando un libro,

para no ver la periódica liquidación de cuentas,

donde van las partidas al Haber de la Muerte,

por lo que viene y por lo que se queda,

porque no lo sufrimos se ha perdido

y lo gozado ayer es una pérdida.





Aquí es de la tradición que en esta noche,

cuando el reloj anuncia que el Año Nuevo llega,

todos los hombres coman, al compás de las horas,

las doce uvas de la Noche Vieja.

Pero aquí no se abrazan ni gritan: ¡FELIZ AÑO!,

como en los pueblos de mi tierra;

en este gozo hay menos caridad; la alegría

de cada cual va sola, y la tristeza

del que está al margen del tumulto acusa

lo inevitable de la casa ajena.



¡Oh nuestras plazas, donde van las gentes,

sin conocerse, con la buena nueva!

Las manos que se buscan con la efusión unánime

de ser hormigas de la misma cueva;

y al hombre que está solo, bajo un árbol,

le dicen cosas de honda fortaleza:

«¡Venid compadre, que las horas pasan;

pero aprendamos a pasar con ellas!»

Y el cañonazo en la Planicie,

y el himno nacional desde la iglesia,

y el amigo que viene a saludarnos:

«feliz año, señores», y los criados que llegan

a recibir en nuestros brazos

el amor de la casa buena.



Y el beso familiar a medianoche:

«La bendición, mi madre»

«Que el Señor la proteja...»

Y después, en el claro comedor, la familia

congregada para la cena,

con dos amigos íntimos, y tú, madre, a mi lado,

y mi padre, algo triste, presidiendo la mesa.

¡Madre, cómo son ácidas

las uvas de la ausencia!



¡Mi casona oriental! Aquella casa

con claustros coloniales, portón y enredaderas,

el molino de viento y los granados,

los grandes libros de la biblioteca

—mis libros preferidos: tres tomos con imágenes

que hablaban de los reinos de la Naturaleza—.

Al lado, el gran corral, donde parece

que hay dinero enterrado desde la Independencia;

el corral con guayabos y almendros,

el corral con peonías y cerezas

y el gran parral que daba todo el año

uvas más dulces que la miel de las abejas.



Bajo el parral hay un estanque;

un baño en ese estanque sabe a Grecia;

del verde artesonado, las uvas en racimos,

tan bajas, que del agua se podría cogerlas,

y mientras en los labios se desangra la uva,

los pies hacen saltar el agua fresca.



Cuando llegaba la sazón tenía

cada racimo un capuchón de tela,

para salvarlo de la gula

de las avispas negras,

y tenían entonces

una gracia invernal las uvas nuestras,

arrebujadas en sus telas blancas,

sordas a la canción de las abejas...



Y ahora, madre, que tan sólo tengo

las doce uvas de la Noche Vieja,

hoy que exprimo las uvas de los meses

sobre el recuerdo de la viña seca,

siento que toda la acidez del mundo

se está metiendo en ella,

porque tienen el ácido de lo que fue dulzura

las uvas de la ausencia.



Y ahora me pregunto:

¿Por qué razón estoy yo aquí? ¿Qué fuerza pudo

más que tu amor, que me llevaba

a la dulce aninomia de tu puerta?

¡Oh miserable vara que nos mides!

¡El Renombre, la Gloria..., pobre cosa pequeña!

¡Cuando dejé mi casa para buscar la Gloria,

cómo olvidé la Gloria que me dejaba en ella!



Y esta es la lucha ante los hombres malos

y ante las almas buenas;

yo soy un hombre a solas en busca de un camino.

¿Dónde hallaré camino mejor que la vereda

que a ti me lleva, madre; la verdad que corta

por los campos frutales, pintada de hojas secas,

siempre recién llovida,

con pájaros del trópico, con muchachas de la aldea,

hombres que dicen: «Buenos días, niño»,

y el queso que me guardas siempre para merienda?

Esa es la Gloria, madre, para un hombre

que se llamó fray Luis y era poeta.



¡Oh mi casa sin cítricos, mi casa donde puede

mi poesía andar como una reina!

¿Qué sabes tú de formas y doctrinas,

de metros y de escuela?

Tú eres mi madre, que me dices siempre

que son hermosos todos mis poemas;

para ti, soy grande; cuando dices mis versos,

yo no sé si los dices o los rezas...

¡Y mientras exprimimos en las uvas del Tiempo

toda una vida absurda, la promesa

de vernos otra vez se va alargando,

y el momento de irnos está cerca,

y no pensamos que se pierde todo!

¡Por eso en esta noche, mientras pasa la fiesta

y en la última uva libo la última gota

del año que se aleja,

pienso en que tienes todavía, madre,

retazos de carbón en la cabeza,

y ojos tan bellos que por mí regaron

su clara pleamar en tus ojeras,

y manos pulcras, y esbeltez de talle,

donde hay la gracia de la espiga nueva;

que eres hermosa, madre, todavía,

y yo estoy loco por estar de vuelta,

porque tú eres la Gloria de mis años

y no quiero volver cuando estés vieja!...



Uvas del Tiempo que mi ser escancia

en el recuerdo de la viña seca,

¡cómo me pierdo, madre, en los caminos

hacia la devoción de tu vereda!

Y en esta algarabía de la ciudad borracha,

donde va mi emoción sin compañera,

mientras los hombres comen las uvas de los meses,

yo me acojo al recuerdo como un niño a una puerta.

Mi labio está bebiendo de tu seno,

que es el racimo de la parra buena,

el buen racimo que exprimí en el día

sin hora y sin reloj de mi inconsciencia.



Madre, esta noche se nos muere un año;

todos estos señores tienen su madre cerca,

y al lado mío mi tristeza muda

tiene el dolor de una muchacha muerta...

Y vino toda la acidez del mundo

a destilar sus doce gotas trémulas,

cuando cayeron sobre mi silencio

las doce uvas de la Noche Vieja.





Andrés Eloy Blanco









La tradición de las uvas de Nochevieja cumple un siglo

http://www.elperiodico.com/default.asp?idpublicacio_PK=46&idioma=CAS&idnoticia_PK=574820&idseccio_PK=1021




31/12/2008

La tradición de las uvas de Nochevieja cumple un siglo



MAURICIO BERNAL
BARCELONA
Si alguien creía aún que la costumbre de atragantarse con 12 uvas al son de las campanadas era algo que se remontaba al comienzo de los siglos, un hábito heredado de algún personaje bíblico o consignado en el pálido papel de un manuscrito azteca, tal vez quiera saber que hay pocas tradiciones tan comerciales, o, al menos, tan arraigadas en la que probablemente es la ley básica del capitalismo moderno: la de la oferta y la demanda.

Listos e ingeniosos, los viticultores españoles que a finales de 1909 se descubrieron ahogados en un océano de racimos verdes, abrumados por el volumen de una cosecha desbordante, preocupados, sobre todo, ante la perspectiva de tener que botar a la basura, se rascaron la cabeza y se sacaron de la chistera eso: señores, la uva trae suerte y hay que consumirla en Nochevieja. Fenomenal. Inventaron la tradición.

IMPORTACIÓN LATINOAMERICANA Ydieron, al parecer, en el clavo. La costumbre no solo se mantiene cuando han pasado 100 años de aquella cosecha copiosa, sino que numerosos países latinoamericanos la han copiado e incorporado a sus tradiciones.

Diciembre no es el mes en que más se consume uva de mesa --ocurre en septiembre y octubre: los meses de la vendimia-- pero en todo caso se consume mucha uva: entre 1,5 y 2 millones de kilos solo en Nochevieja, según cálculos del Consejo Regulador de la Denominación de Origen de la Uva del Valle de Vinalopó.¿Por qué el valle de Vinalopó? Porque es ahí, en Alicante, donde se cultiva la mayor parte de la uva que la noche del 31 acaba, en montoncitos de rigurosas docenas, haciéndose un lugar en las mesas de los españoles.

"El único lugar en el que hay uvas colgando de las cepas en estas fechas es Vinalopó", dice el presidente del Consejo, José Bernabeu. Se trata, en concreto, de la variedad aledo, una raza atípica, de maduración lenta, que se cultiva embolsada y se recolecta entre finales de noviembre y principios de enero.

"Este año hemos sacado cerca de 20 millones de kilos, de los que el 25% se consumen a lo largo de las fiestas de Navidad".Bernabeu dice que prefiere no suscribir la historia de la cosecha de 1909. "Es la teoría más en boga, pero en el Consejo no tenemos datos que la avalen", asegura. En la misma línea llama la atención un artículo diminuto publicado en la prensa de la época, exactamente el 1 de enero de 1911, en el que se habla del "extraordinario júbilo" con que "el pueblo madrileño" acababa de celebrar "la entrada del Año Nuevo", y donde, a renglón seguido, el redactor escribía sobre "la tradicional costumbre de comer uvas al dar las 12 en el reloj de la torre de Gobernación".

Para llevar dos años de inventada, ya era, vaya, una costumbre arraigada.Vengan de donde vengan --y la tesis de la cosecha fabulosa sigue siendo la más confiable--, las 12 uvas de la medianoche desafían, al igual que muchas costumbres, las tormentas, los rayos, las sequías y las crisis.

El presidente del Gremio de Frutas de Mercabarna, Casimir Llorens, afirma que no habrá un descenso del consumo. Bernabeu también es optimista. En secreto, seguro, dan las gracias a los ingeniosos de hace 100 años.

martes, diciembre 30, 2008

Oración de fin y principio de año

Oración de fin y principio de año


Señor Dios, Dueño del tiempo y de la eternidad, tuyo es el hoy y el mañana, el pasado y el futuro.

Al terminar este año quiero darte gracias por todo aquello que recibí de TI.
Gracias por la vida y el amor, por las flores, el aire y el sol, por la alegría y el dolor, por cuanto fue posible y por lo que no pudo ser.


Te ofrezco cuanto hice en este año, el trabajo que pude realizar y las cosas que pasaron por mis manos y lo que con ellas pude construir.


Te presento a las personas que a lo largo de estos meses amé, las amistades nuevas y los antiguos amores, los más cercanos a mí y los que están más lejos, los que me dieron su mano y aquellos a los que pude ayudar, con los que compartí la vida, el trabajo, el dolor y la alegría.


Pero también, Señor hoy quiero pedirte perdón, perdón por el tiempo perdido, por el dinero mal gastado, por la palabra inútil y el amor desperdiciado.


Perdón por las obras vacías y por el trabajo mal hecho, y perdón por vivir sin entusiasmo.


También por la oración que poco a poco fui aplazando y que hasta ahora vengo a presentarte.


Por todos mis olvidos, descuidos y silencios nuevamente te pido perdón.


En los próximos días iniciaremos un nuevo año y detengo mi vida ante el nuevo calendario aún sin estrenar y te presento estos días que sólo TÚ sabes si llegaré a vivirlos.


Hoy te pido para mí y los míos la paz y la alegría, la fuerza y la prudencia, la claridad y la sabiduría.


Quiero vivir cada día con optimismo y bondad llevando a todas partes un corazón lleno de comprensión y paz.


Cierra TÚ mis oídos a toda falsedad y mis labios a palabras mentirosas, egoístas, mordaces o hirientes.


Abre en cambio mi ser a todo lo que es bueno, que mi espíritu se llene sólo de bendiciones y las derrame a mi paso.


Cólmame de bondad y de alegría para que cuantos conviven conmigo o se acerquen a mí, encuentren en mi vida un poquito de TI.


Danos un año feliz y enséñanos a repartir felicidad.


Amén

Final de año


Final de año

Ni el pormenor simbólico
de reemplazar un ocho por un nueve
ni esa metáfora baldía
que convoca un lapso que muere y otro que surge
ni el cumplimiento de un proceso astronómico
aturden y socavan
la altiplanicie de esta noche
y nos obliga a esperar
las doce irreparables campanadas.
La causa verdadera es la sospecha general y borrosa
del enigma del Tiempo;
es el asombro ante el milagro
de que a despecho de infinitos azares,
de que ha despecho de que somos
las gotas del río de Heráclito,
perdure algo en nosotros:
inmóvil,
algo que no encontró lo que buscaba.



Jorge Luis Borges

lunes, diciembre 29, 2008

Defensa de la Alegría



DEFENSA DE LA ALEGRÍA



Defender la alegría como una trinchera

defenderla del escándalo y la rutina

de la miseria y los miserables

de las ausencias transitorias

y las definitivas

defender la alegría como un principio

defenderla del pasmo y las pesadillas

de los neutrales y de los neutrones

de las dulces infamias

y los graves diagnósticos



defender la alegría como una bandera

defenderla del rayo y la melancolía

de los ingenuos y de los canallas

de la retórica y los paros cardiacos

de las endemias y las academias



defender la alegría como un destino

defenderla del fuego y de los bomberos

de los suicidas y los homicidas

de las vacaciones y del agobio

de la obligación de estar alegres



defender la alegría como una certeza

defenderla del óxido y de la roña

de la famosa pátina del tiempo

del relente y del oportunismo

de los proxenetas de la risa



defender la alegría como un derecho

defenderla de dios y del invierno

de las mayúsculas y de la muerte

de los apellidos y las lástimas

del azar y también de la alegría.





Mario Benedetti



jueves, diciembre 25, 2008

Por Navidad





Me agradaría preparar en estos días, un árbol de Navidad muy especial y colgar, en lugar de regalos, los nombres de todos mis amigos.

Los de cerca y los de más lejos.

Los de siempre y los que tengo ahora.

Los que veo cada día, y los que encuentro de vez en cuando.

Aquellos a los que siempre recuerdo y a los que a menudo olvido. A los constantes y a los inconstantes.

A los de las horas alegres y a los de las horas difíciles.

A los que sin querer herí, y a los que sin querer me hirieron. Aquellos a quienes conozco profundamente, y aquellos a quienes solo conozco por su apariencia.

A los que me deben algo y a los que les debo mucho. A los amigos humildes y a los amigos importantes.

Por eso los nombro a todos, a todos los amigos que han pasado por mi vida.

A los que reciben este mensaje y a los que no lo recibirán.

Un árbol de raíces profundas, para que sus nombres no se puedan arrancar jamás.
Un árbol que, al florecer el año que viene, nos traiga ilusión, salud, amor y paz.
Ojalá que por Navidad, nos podamos reencontrar compartiendo los mejores deseos de esperanza, dando algo de felicidad a aquellos que lo han perdido todo.
Anónimo

viernes, diciembre 19, 2008

Besos







Besos




Mis besos lloverán sobre tu boca oceánica
primero uno a uno como una hilera de gruesas gotas
que revientan como claveles de sombra
luego de pronto todos juntos
hundiéndose en tu gruta marina
chorro de besos sordos entrando hasta tu fondo
perdiéndose como un chorro en el mar
en tu boca oceánica de oleaje caliente
besos chafados blandos anchos como el peso de la plastilina
besos oscuros como túneles de donde no se sale vivo
deslumbrantes como el estallido de la fe
sentidos como algo que te arrancan
comunicantes como los vasos comunicantes
besos penetrantes como la noche glacial en que todos nos
abandonaron
besaré tus mejillas
tus pómulos de estatua de arcilla adánica
tu piel que cede bajo mis dedos
para que yo modele un rostro de carne compacta idéntico al tuyo
besaré tus ojos más grandes que tú toda
y que tú y yo juntos y la vida y la muerte
el color de la tersura
de mirada asombrosa como encontrarse en la calle con uno mismo
como encontrarse delante de un abismo
que nos obliga a decir quiénes somos
tus ojos en cuyo fondo vives tú
como en el fondo del bosque más claro del mundo
tus ojos llenos de aire de las montañas
y que despiden un resplandor al mismo tiempo áspero y dulce
tus ojos que tú no conoces
que miran con un gran golpe aturdidor
y me inmutan y me obligan a callar y a ponerme serio
como si viera de pronto en una sola imagen
toda la trágica indescifrable historia de la especie
tus ojos de esfinge virginal
de silencio que resplandece como el hielo
tus ojos de caída durante mil años en el pozo del olvido
besaré también tu cuello liso y vertiginoso como un tobogán inmóvil
tu garganta donde puede morderse la amargura
tu garganta donde la vida se anuda como un fruto que se puede morder
y donde el sol en estado líquido circula por tu voz y tus venas
como un coñac ingrávido y cargado de electricidad
besaré tus hombros construídos y frágiles como la ciudad de Florencia
y tus brazos firmes como un río caudal
frescos como la maternidad
rotundos como el momento de la inspiración
tus brazos redondos como la palabra Roma
amorosos a veces como el amor de las vacas por los terneros
y tus manos lisas y buenas como cucharas de palo
tus manos como esos pedazos de la noche que de pronto caen revoloteando en la mitad
del día
tus manos incitadoras como la fiebre
o blandas como el regazo de la madre del asesino
tus manos que apaciguan como saber que la bondad existe
besaré tus pechos globos de ternura
besaré sobre todo tus pechos más tibios que la convalecencia
más verdaderos que el rayo y que la soledad
y que pesan en el hueco de mi mano como la evidencia en la mente del sabio
tus pechos pesados fluidos tus pechos de mercurio solar
tus pechos anchos como un paisaje escogido definitivamente
inolvidables como el pedazo de tierra donde habrán de enterrarnos
calientes como las ganas de vivir
con pezones delicados iridiscentes florales
besaré tus pezones de milagro y dulces alfileres
que son la punta donde de pronto acaba chatamente
la fuerza de la vida y sus renovaciones
tus pezones de botón para abrochar el paraíso
de retoño del mundo que echa flores de puro júbilo
tus pezones submarinos de sabor a frescura
besaré mil veces tus pechos que pesan como imanes
y cuando los aprieto se desparraman como el sol en los trigales
tus pechos de luz materializada y de sangre dulcificada
generosos como la alegría de aceptar la tristeza
tus pechos donde todo se resuelve
donde acaba la guerra la duda la tortura
y las ganas de morirse
besaré tu vientre firme como el planeta Tierra
tu vientre de llanura emergida del caos
de playa rumorosa
de almohada para la cabeza del rey después de entrar a saco
tu vientre misterioso cuna de la noche desesperada
remolino de la rendición y del deslumbrante suicidio
donde la frente se rinde como una espada fulminada
tu vientre montón de arena de oro palpitante
montón de trigo negro cosechado en la luna
montón de tenebroso humus excitante
tu vientre regado por los ríos subterráneos
donde aún palpitan las convulsiones del parto de la tierra
tu vientre contráctil que se endurece como un brusco recuerdo que se coagula
y ondula como las colinas
y palpita como las capas más profundas del mar océano
tu vientre lleno de entrañas de temperatura insoportable
tu vientre que ruge como un horno
o que está tranquilo y pacificado como el pan
tu vientre como la superficie de las olas
lleno hasta los bordes de mar de fondo y de resacas
lleno de irresistible vértigo delicioso
como una caída en un ascensor desbocado
interminable como el vicio y como él insensible
tu vientre incalculablemente hermoso
valle en medio de ti en medio del universo
en medio de mi pensamiento
en medio de mi beso auroral
tu vientre de plaza de toros
partido de luz y sombra y donde la muerte trepida
suave al tacto como la espalda negra del toro de la muerte
tu vientre de muerte hecha fuente para beber la vida fuerte y clara
besaré tus muslos de catedral
de pinos paternales
practicables como los postigos que se abren sobre lo desconocido
tus muslos para ser acariciados como un recuerdo pensativo
tensos como un arco que nunca se disparará
tus muslos cuya línea representa la curva del curso de los tiempos
besaré tus ingles regadas como los huertos mozárabes
traslucidas y blancas como la vía láctea
besaré tu sexo terrible
oscuro como un signo cuyo nombre no puede decirse sin tartamudear
como una cruz que marca el centro de los centros
tu sexo de sal negra
de flor nacida antes que el tiempo
delicado y perverso como el interior de las caracolas
más profundo que el color rojo
tu sexo de dulce infierno vegetal
emocionante como perder el sentido
abierto como la semilla del mundo
tu sexo de perdón para el culpable sollozante
de disolución de la amargura y de mar hospitalario
y de luz enterrada y de conocimiento
de amor de lucha de muerte de girar de los astros
de sobrecogimiento de hondura de viaje entre sueños
de magia negra de anonadamiento de miel embrujada
de pendiente suave como el encadenamiento de las ideas
de crisol para fundir la vida y la muerte
de galaxia en expansión
tu sexo triángulo sagrado besaré
besaré besaré
hasta hacer que toda tú te enciendas
como un farol de papel que flota locamente en la noche.


Tomás Segovia


miércoles, diciembre 17, 2008

El arte de Medio Evo

LAURA LA SIFRINA
UNA CANCIÓN SUMAMENTE CARAQUEÑA

domingo, diciembre 14, 2008

poema 22




POEMA 22

Esto que te advierto mujer es serio
así no puedas escuchar mi tono amenazante:
no vuelvas a ocupar mi cuarto
porque no respondo por mis actos.
De seguro te tomo entre mis brazos
te levanto
te cargo
te meto en mi cama
y te desvisto
me acuesto a tu lado y te descubro
te recorro
te palpo
te conozco
aprendo de memoria las formas de tu cuerpo
y te beso de los pies a la cabeza.

(Posiblemente yo me gaste la noche de este modo).

Sin duda alguna te leo mis versos y te canto los cantos escritos en tu nombre.

Luego suprimo mis palabras y simplemente te amo

te acaricio
te penetro
espero a que te duermas
y te siento cerca.

(Posiblemente más tarde
yo también me duerma).

Cuando amanezca te susurro un hola
y te ofrezco la promesa
de no hacerte
-nunca más-
esta advertencia.


Hernán Darío Blair

Hasta los zapatos le lanzan al genocida

Pirotecnia







Pirotecnia



Acércate.

Derrúmbate en mis manos.

Inclina tus aguas.

Déjame hacerte en los límites.

Sé una feria en la nada.

Abre los ojos.

Sé mi abismo.

Incéndiate como un ruido que le sobre atardecer.

Entra.

Pegate a mis pómulos.

Qué se divise mi corazón.


Leonardo Padrón

Eu sei que vou te amar

Roberto Carlos

sábado, diciembre 13, 2008

viernes, diciembre 12, 2008

La escritura según Borges




Escribo porque siento que cumplo una función que es necesaria para mí, si no escribo siento desventura y remordimiento. Escribo con suma dificultad. Creo que conviene que el escritor intervenga lo menos posible en la obra, que no debe buscar experiencias, las experiencias deben buscarlo. Cuando yo escribo un poema es porque el poema insiste en que yo lo escriba pero yo no me propongo el tema.

Jorge Luis Borges

martes, diciembre 09, 2008

COMO YO


CONCIERTO DE JUAN LUIS GUERRA EN CARACAS EN EL ESTADIO DE FÚTBOL DE LA UCV
Con una zona VIP numerada, las entradas para el concierto en el Estadio Olímpico de la Universidad Central de Venezuela están a la venta en las tiendas Recordland del Sambil, CCCT, El Marqués y Las Mercedes. Las entradas van desde la etapa general, en 245 Bs.F; Arena Preferencial por 495 Bs.F; Arena Gold II en 695 Bs.F; y Arena Platinum 980 Bs.F.

domingo, diciembre 07, 2008

El arte de Kansas


DUST IN THE WIND

EL SONIDO DE PLAYER

BABY COME BACK

Voz de Serrat



Soy lo prohibido
Soy ese vicio de tu piel
que ya no puedes desprender.
Soy lo prohibido.
Soy esa fiebre de tu ser
que te domina sin querer.
Soy lo prohibido.
Soy esa noche de placer,
la de la entrega sin papel.
Soy tu castigo.
Porque en tu falsa intimidad
en cada abrazo que le das
sueñas conmigo.
Soy el pecado que te dio
nueva ilusión en el amor.
Soy lo prohibido.
Soy la aventura que llegó
para ayudarte a continuar
en tu camino.
Soy ese beso que se da
sin que se pueda comentar.
Soy ese nombre que jamás
fuera de aquí pronunciarás.
Soy ese amor que negarás
para salvar tu dignidad.
Soy lo prohibido.

sábado, diciembre 06, 2008

Palabra de Nietszche



"Aquel que tiene un por qué para vivir se puede enfrentar a todos los cómos."


Friederich Nietszche.

Sentencia Nerudiana



"Algún día en cualquier parte, en cualquier lugar indefectiblemente te encontrarás a ti mismo, y ésa, sólo ésa, puede ser la más feliz o la más amarga de tus horas.".

Pablo Neruda

Pídeme


GUACO

Pídeme un concierto de sonrisas
pídeme que sea poesia
pídeme hasta el centro de la tierra
y aunque me queme las manos
te lo daría si quisieras



Y pídeme que sea un loco por tu amor
y pídeme que sea siempre tu obsesión
y pide pide y pide
pídeme que sea un fuego abrasador
que te enamore día a día
y que te llene de pasión
y pídeme que yo te quiera sin pudor
y pídeme que yo te mire sin temor
y pídeme alguna estrella y te la doy
yo te regalo el firmamento
por una noche de tu sol



Un texto de Miguel Marcotrigiano

Miguel Marcotrigiano
poeta venezolano
foto tomada en Villafáfila, España







Lo que por ti siento
de seguro florecerá en tus alegatos ancianos
colgará de un gancho algún día
mientras tus dedos rocen otras pieles

Lo que por ti siento
quizás florecerá en canciones
en alguna remota página de un libro
que leerás con aprecio a tu amado

Lo que siento por ti
quedará en el aire
suspendido
o en este escándalo
que hay en mi pecho.


Miguel Marcotrigiano

lunes, diciembre 01, 2008

El arte de Andrea Bocelli

POR TI VOLARÉ



Cuando vivo solo
sueño un horizonte
falto de palabras
en la sombra y en tres luces
todo es negro para mi mirada
si tú no estas junto a mi, aqui
tú en tu mundo
separado del mío
por un abismo
oye, llámame
yo volaré
a tu mundo lejano
por ti volaré
espera, que llegaré
mi fin de trayecto eres tú
para vivirlo los dos
por ti volaré
por cielos y mares
hasta tu amor
abriendo los ojos por fin
contigo yo viviré
cuando estás lejana
sueño un horizonte
falto de palabras
y yo sé que
siempre estas ahí, ahí
una luna hecha para mi
siempre iluminada para mi
por mi, por mi, por mi
por ti volaré
espera que llegaré
mi fin de trayecto eres tú
contigo yo viviré
por ti volaré
por cielos y mares
hasta tu amor
abriendo los ojos por ti
contigo yo viviré
por ti volaré
por cielos y mares
hasta tu amor
abriendo los ojos por ti
contigo yo viviré
por ti volaré
volaré