martes, octubre 18, 2011

El 18 de octubre de 1945






El 18 de octubre de 1945/José Alberto Medina Molero




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Hace exactamente 66 años se produjo un hecho histórico-político que cambió el curso del país en 180 grados: el golpe de Estado contra el gobierno constitucional del general Isaías Medina Angarita. Una extraordinaria y por demás curiosa combinación de elementos se dieron cita para que se gestase esta asonada que trajo tantas vertientes a la historia nacional: la testarudez de Medina, el afán continuista de López Contreras, la impaciente ambición de Betancourt, lo taimadamente astuto de Pérez Jiménez, la súbita locura del doctor Diógenes Escalante, virtual presidente en ciernes y la tímidamente osada actitud del comandante Delgado Chalbaud se mezclaron para desencadenar este suceso que luego de casi siete décadas no está del todo claro.


El doctor Simón Alberto Consalvi, en un reciente artículo sobre las revoluciones, citaba un pensamiento impactantemente lucido de Octavio Paz: “muy pocas veces la historia es racional; todo aquel que la haya frecuentado sabe que siempre hay que contar con un elemento imprevisible y destructor: la pasión de los hombres, su ambición y su locura”. La conspiración militar, como tal, venía cocinándose a fuego lento desde tiempos previos al fatídico mes de agosto de 1945, ocasión en la que el más inesperado de los males de la mente afectaron la salida consensual de la designación del doctor Escalante como Presidente de la República, llamado, por cierto (al menos era parte de los acuerdos no escritos), a reformar la Constitución para así permitir la elección directa, universal y secreta del primer mandatario nacional. En ese mes de borrascas se desata toda una sarta de acontecimientos que coronaron la violenta salida. Precisamente, lo intempestivo de la enfermedad de Escalante, así como a la escogencia, sin consenso ni consultas con el resto de las fuerzas políticas por parte del presidente Medina Angarita, de su ministro de Agricultura y Cría, Ángel Biagini, para reemplazar al enloquecido y malogrado candidato de consenso fueron tomadas por el grupo conspirativo como perfectas excusas para proceder con el movimiento armado, al cual se había invitado a un cenáculo de AD, representado por Betancourt (secretario general), Leoni, Prieto y Gonzalo Barrios (miembros del CEN). Todo esto estaba entroncado con la obstinada pretensión del general y ex presidente Eleazar López Contreras de regresar a Miraflores, profiriendo amenazas veladas como aquella según la cual “él no tenía su uniforme de campaña de general en jefe para guardarlo como reliquia histórica, sino para usarlo en caso de que fuera necesario”. Para AD, partido relativamente pequeño para ese entonces, era extremadamente importante controlar el gobierno, ello se evidenciará en el crecimiento hiperbólico logrado por esa agrupación política en los tres años que concluyen con una nueva asonada en noviembre de 1948. Golpe dado por sus socios de 1945.Ésta del 18 de octubre fue una lamentable tragicomedia de enredos y apetencias, de ausencia de diálogo y negociación política, que quizás (nunca es seguro) hubiese conjurado la situación en desarrollo. Con la fuerza de los acontecimientos aparecen dos militares jóvenes complotados: Marcos Pérez Jiménez, quien organizará más adelante algunas elaboradas estrategias para quedarse con el poder total, y Carlos Delgado Chalbaud, un oficial asimilado, culto, profesional de la ingeniería, extranjero en su propia patria, irresoluto, pero con destellos de audacia, mezcla aciaga que le llevará cinco años más tarde a una irremediable cita con la muerte.A la distancia, estos acontecimientos, como los importantes que se recogen en la historia nacional y universal, pueden brindarnos enseñanzas prácticas, mostrarnos lecciones que nos ayuden en el armonioso desarrollo político de esta patria en la que debe prevalecer el diálogo y no la confrontación estéril y fratricida que impulse a situaciones límites, en suma: una democracia ejercida por verdaderos demócratas. Una democracia genuina y constructiva.


Jamedina11@gmail.com


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