martes, agosto 03, 2010

Transformar, a juro, el centro de Caracas

CARACAS BIPOLAR



Por Aliana González

02.08.2010



11:12 AM


Transformar, a juro, el centro de Caracas


A partir de hoy 200 comerciantes del centro de Caracas deberán cambiar sus portones y rejas por nuevas santamarías perforadas, según decidió la alcaldía de Libertador. Si se cumple la disposición, a finales de septiembre todas las fachadas de los negocios serán uniformes.





Imagino que la intención es mejorar estéticamente el casco central de la capital, esfuerzo que suena como muy positivo. El inconveniente es la manera autoritaria como se pretende ejecutar.




La transformación de los cascos históricos de las ciudades son procesos largos y planificados en el tiempo, que requieren de la participación activa de todos los actores (comerciantes, usuarios, gobiernos locales y centrales, ONGs). En la mayoría de las experiencias que han sido exitosas, ha sido clave la participación del sector privado. En Cartagena y el centro de la ciudad de México, se promovió el que las empresas se involucraran en la iniciativa ofreciendo incentivos fiscales o ventajas competitivas. Hoy estos cascos históricos devuelven la inversión con creces, al ser un atractivo para el turismo y atraer nuevas inversiones.




Pero las medidas adoptadas parten de la idea de que el Estado, sin otros actores, es quien emprenderá esta enorme tarea. Las expropiaciones de cuatro edificios en la cuadra de la plaza Bolívar, sin que los afectados sean resarcidos de alguna manera, genera un efecto de demostración al resto: la lectura es que es un riesgo invertir o mejorar alguna edificación, porque esa inversión puede terminar por perderse el día menos pensado. Por otra parte, ¿Qué capacidad real tiene el gobierno de restaurar y mejorar todos los edificios del centro de Caracas? Obvio que solo en equipo, se podrá cambiar todo el casco central, si ese es el deseo.




Las siguientes medidas, eliminar los avisos publicitarios y cambiar los portones, además de pintar de gris las fachadas, golpea económicamente a los pequeños comerciantes que apostaron por el centro, muchos de los cuales son parte de la historia del lugar. En un entorno de recesión económica, donde además existe una realidad por la cual han invertido cuantiosos recursos en colocar portones (la inseguridad) se les imponen lapsos muy cortos de tiempo, sin ofrecerles ayuda para ello, con una orden que parece caprichosa.




La iniciativa, repito, puede ser positiva, pero ha debido ser parte de un proceso de debate, dentro de la idea de la democracia participativa que ofrece este gobierno, en el que todos los actores, en especial los comerciantes, comprendan la importancia de ejecutarla, y además aporten sus ideas, que no son desdeñables.




Lo que puede generar es desaliento y deseos de abandonar el centro, lo que generaría un efecto contrario al esperado.




Para conseguir recuperar el centro de la ciudad, deberían planificarse acciones, como el iluminar bien todo el lugar, promover empleos y generar soluciones para quienes allí habitan, incentivar la participación de la empresa privada en la recuperación de edificios y monumentos, proponer actividades culturales, como música sacra en las iglesias, obras de teatro, galerías y librerías con tertulias, cuentos en la plaza, danza y actividades de calle, ofertas gastronómicas,




Recuperar espacios para el cine y la cultura. El centro de Caracas podría convertirse en referencia de la movida cultura de la ciudad, además de ser una zona comercial y residencia. Requiere también de resolver el problema de los estacionamientos y de instalar buenos servicios de transporte público, que permitan el disfrute de actividades nocturnas, por ejemplo.


Pero lo más importante: para que todo esto tenga lugar y pueda ocurrir la recuperación del casco central, se requiere garantizar seguridad.


Y ese es el principal reclamo de los comerciantes, a propósito de la instalación de las santamarias perforadas, que lucen tan endebles frente al hampa.



http://blogs.eluniversal.com/2010/08/02/ccsbp_blog_transformar,-a-juro,_02A4283133.shtml

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