lunes, abril 16, 2007

Postmodernidad, Éxito y Consumismo vs. La Palabra

El Proceso de globalización de la economía potenciada por la caída del Muro de Berlín, el derrumbe del bloque comunista en 1990 y la nueva situación mundial creada a raíz de la unipolaridad, son factores que dinamizan las transacciones comerciales de todos los continentes; las empresas se adentran en la internacionalización de sus productos, abriéndose paso hacia mercados no tradicionales, circunstancias que obligan a las distintas compañías a innovar en la manera de abordar los mercados tan complejos y variados de principios de siglo XXI.

Se crean así las condiciones necesarias, para que se potencie el consumo masivo de productos por medio de la publicidad y la proliferación de centros comerciales, en los cuales se ofrecen mercancías provenientes de cualquier parte del planeta, con la oportunidad de asistir a gran variedad de espectáculos que sirven de esparcimiento a los cansados habitantes de las ciudades.

"Hay muchos para quienes pasar el día en un centro comercial es un entretenimiento especialmente si ofrece una experiencia total al modo de un parque de atracciones, como los de Gateshead Metro Centre en Inglaterra, West Edmonton Mall en Canadá o Le Tóison d'Or en Dijón, Francia" (Lyon David, Postmodernidad. Alianza Editorial.1996, p.63)

Los centros comerciales están repletos de establecimientos diseñados de manera tal que el individuo que adquiere la mercancía no notaría si está en su ciudad de residencia o en alguna otra, ya que las tiendas si pertenecen a una marca específica; tienen el mismo diseño en cualquier parte del mundo, es la normalización de la oferta; una de las tantas expresiones de la globalización.
El mercadeo de un producto ya no es simplemente salir y ofrecerlo en la calle, como hace algunas décadas; debido a que el panorama existente es completamente distinto. El consumismo como fuerza invisible que empuja al ser humano a la posesión y disfrute de bienes que se han apoderado de la voluntad del colectivo mundial y logra crear la ficción social generalizada en la cual se acepta que otorga status comprar en diversos lugares, vestir una marca de ropa o probar una comida en particular; sólo porque lleva un proceso de manufacturación determinado u ostenta una etiqueta que se ha convertido en símbolo de prestigio “El consumo, no el trabajo, se convierte en el eje en torno al cual gira el mundo de la vida” (Lyon David, Postmodernidad. Alianza Editorial. 1996, p.65)
La comercialización de un bien manufacturado deja de ser una simple transacción económica debido a una serie de factores a tomar en cuenta para el logro del éxito comercial, tales como: estudios de mercados que contemplen el conocimiento de las necesidades de un colectivo para pronosticar el nivel de aceptación que pudiera llegar a tener un producto, factibilidad económica de las inversiones necesarias para alcanzar la tecnología adecuada en el desarrollo del negocio, asesoría jurídica que permita conocer a fondo el panorama legal en el que se desenvuelve la empresa y de infraestructura para optimizar las operaciones.
El éxito empresarial se manifestaría cuando se cumpla lo que Brian Tracy conceptualiza como la esencia de las leyes de éxito empresarial “que no es otra cosa que buscar la forma más idónea de reducir la cantidad de tiempo necesario para alcanzar las metas materiales y no materiales que todos nos planteamos”. (Tracy Brian, Las cien reglas infalibles para obtener éxito empresarial. Paidós. 2000, p.91).
Frente a todo lo antes expuesto, acerca de teorías de mercado, éxito y mercadeo ¿Cómo queda el ser humano, cuando se siente abarrotado de estímulos que sólo lo ubican como un simple homo economicus?
Sólo por hoy


Hoy le quitaré las baterías a mi cepillo de dientes,
evitaré comer cereales procesados con colores de tío vivo,
mantendré mi celular apagado y no escucharé sus tonos prepagados,
no revisaré mis e-mails y
apagaré mi palm.
Precisamente hoy dejaré de lado la tecnología y la conexión por bluetooth.
Sólo por hoy, mi gato no comerá alimentos concentrados y ya no será un súper héroe,
me olvidaré de los amortiguadores de mi carro,
del comportamiento de la bolsa y del rendimiento de los bonos.
Hoy mandaré a la porra las promociones de Visa y Master Card, que siempre ganan aquellos que más gastan.
Hoy no veré a Claudia Palacios narrando las noticias en CNN,
ignoraré al microondas y a las palomitas de maíz con sabores de enchiladas.
Hoy me ahorraré el costo que pago por todo aquello que acabo de mencionar, mañana ya veremos…
Leonardo Melero

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