miércoles, agosto 29, 2007

Dos textos de Natasha Tiniacos





Natasha Tiniacos (Maracaibo, estado Zulia, Venezuela, 1981) es licenciada en Letras, egresada de la Universidad del Zulia en 2005 y actualmente cursa estudios de postgrado en la Universidad de Carolina del Sur. Ganadora de la mención poesía del I Premio Nacional Universitario de Literatura 2004. Ha publicado poemas y ensayos en los diarios La Verdad (Maracaibo) y El Universal (Caracas). Tiene publicado “Mujer a fuego lento”, bajo el sello de la Editorial Equinoccio de la Universidad Simón Bolívar (2006)



Yo soy una mujer



Yo soy una mujer lo he dicho mil veces
Yo soy una mujer de palabras rotas de eclipses hormonales
de chillidos en lo adentro
observa mi pecho tembloroso palpitante
es mi corazón a pleno andar
galopando descalzo a lo largo de lo indecible
Yo soy una mujer lo repito
el calor descose el final de mi bluejean recién comprado
el último vocablo empaña mi parabrisas
el aire me duele
es tu maldita costumbre
y tu hechizo larvario de regresar a mi memoria
Yo soy una mujer suficiente
me quedo con la silueta poco definida del que empieza a vivir
me quedo fugitiva
secretamente rendida a mis pechos diminutos
Yo soy una
mujer a fuego lento


Natasha Tiniacos




Quisiera ser un número



Quisiera ser un número
y no una palabra
descifrar el infinito en un teorema
sin hacerlo leitmotiv de algún verso vagabundo
haber llegado al mundo en autostop
para no tener que imaginar
que tal o cual estrella me ha parido
atravesar la calle para tomar el bus
sin pensar qué tanto besan mis pies al pavimento
perder el sueño
por culpa del canal porno
no por andar buscándole razones a la soledad
al hambre a la muerte
a veces me gustaría
insultar al sacerdote que me cobra sus minutos de silencio
a lo mejor es para el pan padrenuestro
y desnudar con la mirada a mi amante
adiós a la camisa no que me la quite él pienso
definitivamente
quisiera ser robot y no misterio
quisiera ser fórmula exacta color primario disolvente chip
cambio los ojos por tarjeta de video
quisiera ser pentium y no mujer


Natasha Tiniacos

2 comentarios:

Ophir Alviárez dijo...

La voz femenina se hace manifiesto, casi declaración, credo.

Tienen fuerza los poemas de Natasha, iré por ese libro, también.

Saluditos,

Ophir

Leonardo Melero dijo...

Es cierto, esos textos de Natasha revelan el poder de la palabra en una de las exponentes de la literatura venezolana del siglo XXI. Ella, sin duda dará mucho que hablar en el futuro.
Es un libro como para leerlo, pensarlo, decantarlo y releerlo una y otra vez, un gran acierto de la Colección Equinoccio.

Saludos.

Leonardo