Foto obtenida por medio de GoogleNota que precede al texto: Sabemos que en la década de 1950, aquellos que manejan los hilos del poder, hacían publicar en los medios de comunicación noticias referentes a invasiones extraterrestres, para que la gente hablara de otras cosas y no de la situación de sus países o de la corrupción del gobierno de turno, hoy en los inicios del presente siglo, sabemos lo delicados que son los equipos portátiles de computación, y lo celosos que podemos ser cuando de salvaguardar la integridad de nuestros laptops se trata, entonces cómo puede hacerse creer que una laptop pueda resistir ataques y explosiones provenientes de aviones de combate, en verdad creen que somos tan pendejos, es cierto que las FARC-EP son un grupo terrorista que merece ser borrado de la superficie del planeta, pero por favor invéntense otra artimaña para deshacerse de los compinches de las FARC-EP y acabar de una vez por todas con ella, y por favor acepten que el gobierno de Colombia violó la soberanía de Ecuador.
Una mala palabra se hace bytes y giga hertz
"No es necesario que el pueblo perciba la verdad de la usurpación: introducida en otro tiempo sin razón, se ha vuelto razonable; conviene mostrarla como auténtica, eterna y ocultar su comienzo si no se quiere que llegue rápidamente a su fin."
Pascal, En: Pensamientos
Qué marca era la computadora portátil de Raúl Reyes,
tan sólo si lo supiera haría una gran cola para comprarme una como ella,
una computadora que por si misma fuera una mala palabra, toda llena de secretos inimaginables y fabulosos.
Cuántos gigas tendría el disco duro de la laptop de Raúl Reyes, cuales datos serían los que él guardaba y cuantos los que le endilgaron por la mano mágica de quién sabe.
Cuántas fotos de Angie Cepeda, de Amparo Grisales, o Alejandra Azcárate habría en la notebook de Raúl Reyes.
Quiero un ordenador portátil como el de Raúl Reyes, al que no dañen las ondas expansivas provenientes de explosiones nocturnas su pantalla de cristal líquido, una computadora con una batería que permanezca incólume a las balas, caídas, golpes y patadas.
Tan sólo una laptop que me garantice que la superficie magnética de su disco duro resista los embates de refriegas y combates, los desastres de intangibles foráneos y las ácidas páginas de periódicos amarillistas.
En qué ciudad de Estados Unidos, estaría patentada la portátil de Raúl Reyes, sería en Buford, Fresno o New Hampshire.
James Bond desearía una laptop de la marca que tenía Raúl Reyes, si tan sólo hubiese más, Lex Luthor y Osama comprarían miles, si lo supiera haría una gran cola para comprarme una como esa.
Cuánto costaría una portátil como la de Raúl Reyes, en qué tienda la venden.
Cuántos archivos en formato mp3, habría en la memoria de la portátil de Raúl Reyes, escucharía a Megadeth, al Binomio de Oro o a Jorge Celedón.
Quizás buscando dentro de ella se encuentre el nombre del verdadero asesino de Kennedy o las causas de la omisión de Condolezza ante el desastre de Nueva Orleáns.
Se comunicaría Raúl Reyes por Wi-Fi con otros grupos insurgentes de la vía láctea o estaría tratando de establecer campamentos de las FARC en Plutón, aprovechando que desde que ya no es planeta, nadie habla de él.
Qué marca era la computadora portátil de Raúl Reyes.
Si conociéramos esa marca, seguro que en sus ventas sería más exitosa que una Macbook.
Si conociéramos la marca, rápido invertiríamos en la bolsa y pronto seríamos inmensamente ricos.
Qué marca sería la computadora portátil de Raúl Reyes, si tan sólo lo supiera, haría una inmensa cola para comprarme una como ella.
tan sólo si lo supiera haría una gran cola para comprarme una como ella,
una computadora que por si misma fuera una mala palabra, toda llena de secretos inimaginables y fabulosos.
Cuántos gigas tendría el disco duro de la laptop de Raúl Reyes, cuales datos serían los que él guardaba y cuantos los que le endilgaron por la mano mágica de quién sabe.
Cuántas fotos de Angie Cepeda, de Amparo Grisales, o Alejandra Azcárate habría en la notebook de Raúl Reyes.
Quiero un ordenador portátil como el de Raúl Reyes, al que no dañen las ondas expansivas provenientes de explosiones nocturnas su pantalla de cristal líquido, una computadora con una batería que permanezca incólume a las balas, caídas, golpes y patadas.
Tan sólo una laptop que me garantice que la superficie magnética de su disco duro resista los embates de refriegas y combates, los desastres de intangibles foráneos y las ácidas páginas de periódicos amarillistas.
En qué ciudad de Estados Unidos, estaría patentada la portátil de Raúl Reyes, sería en Buford, Fresno o New Hampshire.
James Bond desearía una laptop de la marca que tenía Raúl Reyes, si tan sólo hubiese más, Lex Luthor y Osama comprarían miles, si lo supiera haría una gran cola para comprarme una como esa.
Cuánto costaría una portátil como la de Raúl Reyes, en qué tienda la venden.
Cuántos archivos en formato mp3, habría en la memoria de la portátil de Raúl Reyes, escucharía a Megadeth, al Binomio de Oro o a Jorge Celedón.
Quizás buscando dentro de ella se encuentre el nombre del verdadero asesino de Kennedy o las causas de la omisión de Condolezza ante el desastre de Nueva Orleáns.
Se comunicaría Raúl Reyes por Wi-Fi con otros grupos insurgentes de la vía láctea o estaría tratando de establecer campamentos de las FARC en Plutón, aprovechando que desde que ya no es planeta, nadie habla de él.
Qué marca era la computadora portátil de Raúl Reyes.
Si conociéramos esa marca, seguro que en sus ventas sería más exitosa que una Macbook.
Si conociéramos la marca, rápido invertiríamos en la bolsa y pronto seríamos inmensamente ricos.
Qué marca sería la computadora portátil de Raúl Reyes, si tan sólo lo supiera, haría una inmensa cola para comprarme una como ella.
Leonardo Melero
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