miércoles, febrero 06, 2008

A una moneda de Jorge Luis Borges




Dollar de plata (1887) encapsulado por la NGC, en grado MS63





A UNA MONEDA



Fría y tormentosa la noche que zarpé de Montevideo.


Al doblar el Cerro,


tiré desde la cubierta más alta


una moneda que brilló y se anegó en las aguas barrosas,


una cosa de luz que arrebataron el tiempo y la tiniebla.


Tuve la sensación de haber cometido un acto irrevocable,


de agregar a la historia del planeta


dos series incesantes, paralelas, quizá infinitas:


mi destino, hecho de zozobra, de amor y de vanas vicisitudes,


y el de aquel disco de metal


que las aguas darían al blando abismo


o a los remotos mares que aún roen


despojos del sajón y del fenicio.


A cada instante de mi sueño o de mi vigilia


corresponde otro de la ciega moneda.


A veces he sentido remordimiento


y otras envidia,


de ti que estás, como nosotros, en el tiempo y su laberinto


y que no lo sabes.


Jorge Luis Borges

No hay comentarios.: