Gonzalo Fragui (1960)
Mucutuy, Estado Mérida, Venezuela.
Poeta, dibujante, periodista, editor Cofundador del Grupo Literario Mucuglifo.
MSc. en Filosofía. Actualmente cursa el doctorado en filosofía por la Universidad de Los Andes, Venezuela.
Mucutuy, Estado Mérida, Venezuela.
Poeta, dibujante, periodista, editor Cofundador del Grupo Literario Mucuglifo.
MSc. en Filosofía. Actualmente cursa el doctorado en filosofía por la Universidad de Los Andes, Venezuela.
DE MARES Y OTRAS ADVERTENCIAS
A Raysa White Mas
“El mar es más que un paisaje
El mar es un sentimiento”
Luis Eduardo Aute
El mar
quién no lo sabe
es un cabalo de madera
recorriendo los prados de la infancia
son tus ojos
ahogándome en la espera
es un pedazo de papel
escrito a olas y corales
El mar
quién no lo sabe
es un caballero andante
desfaciendo entuertos
es un cuadro pintado
en el que navego cuando estás ausente
es un grito en la mitad del desconcierto
El mar
quién no lo sabe
es una canción de cuna
cuando tú y yo nacemos en la arena
tan cercana y tan distante
es un violín desgarrándose en la noche
El mar
quién no lo sabe
es un prisionero a cadena perpetua
es un poeta
y un pozo de nostalgias
El mar
quién no lo sabe
es un vaso de agua
donde se esconde el sol por las tardes
es un músico acompañado de sirenas
es un pedazo de cielo
y toda la triteza
El mar
quién no lo sabe
es el principio
y el fin último de mis cenizas
es un solitario insoportable
es el silencio callado de la tarde
El mar
quién no lo sabe
es un anciano encanecido
es un niño alegre
que se mece en los columpios
es un pájaro herido
volando hacia la muerte
El mar
quién no lo sabe
es el sudor que beso en tus pechos
es un recuerdo
rodeado de olvido por todas partes
es un disparo
y es un mensaje en una botella
llena de vino
El mar
quién no lo sabe
es un caballo de madera
con un montón de griegos por dentro.
Gonzalo Fragui
1 comentario:
Versos que hacen del mar el objeto que explica los sentimientos y los revuelve. La voz lo sabe y se va develando en cada uno con esa misma cadencia de las olas que en sus ires y venires acunan y atormentan.
No es díficil reconocer a Gonzalo entre las líneas.
Saludos,
OA
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