martes, mayo 01, 2007

Un texto de Martin Niemöller y un comentario




Als die Nazis die Kommunisten holten:


Als die Nazis die Kommunisten holten,

habe ich geschwiegen;

ich war ja kein Kommunist.


Als sie die Sozialdemokraten einsperrten,

habe ich geschwiegen;

ich war ja kein Sozialdemokrat.


Als sie die Gewerkschafter holten,

habe ich nicht protestiert;

ich war ja kein Gewerkschafter.


Als sie die Juden holten,

habe ich nicht protestiert;

ich war ja kein Jude.


Als sie mich holten,

gab es keinen mehr,

der protestieren konnte.


Cuando los nazis vinieron a buscar a los comunistas:


Cuando los nazis vinieron a buscar a los comunistas,

guardé silencio,

porque yo no era comunista,


Cuando encarcelaron a los socialdemócratas,

guardé silencio,

porque yo no era socialdemócrata.


Cuando vinieron a buscar a los sindicalistas,

no protesté,

porque yo no era sindicalista.


Cuando vinieron a buscar a los judíos,

no protesté,porque yo no era judío.


Cuando vinieron a buscarme,

no había nadie más que pudiera protestar.



Martin Niemöller



Reflexión a partir de "Cuando los nazis vinieron a buscar a los comunistas":


Cuando Martin Niemöller, pastor protestante alemán, esbozó las ideas que dieron origen al poema citado – la versión presentada es la aprobada oficialmente por su viuda, ya que él nunca lo escribió en papel sino que se ha conservado gracias a la tradición oral- , ya había sido perseguido por el régimen nazi, luego de haberse opuesto a sus planes de influir sobre la iglesia protestante alemana, corrían los años de la II guerra y a Niemöller lo arrestan y lo encarcelan en un campo de concentración desde 1937 hasta la victoria de los aliados en 1945.

Él se había opuesto a intervenir en favor de salvaguardar la integridad de grupos que eran perseguidos por los nazis – comunistas, gitanos, discapacitados, socialdemócratas, sindicalistas, judíos – ya que no quería meter a su iglesia en problemas, pero una vez que Hitler trató de intervenir e influir en la iglesia protestante alemana, la cosa cambió; pero ya era muy tarde para Niemöller.

Niemöller siempre empezaba sus discursos o intervenciones con una referencia a los comunistas, ya que fueron los primeros perseguidos por Hitler por ser de hecho la primera amenaza a su régimen totalitario, cabe destacar que en la elección previa al advenimiento efectivo de los nazis al poder, ellos habían obtenido 20% de los votos en Alemania y por supuesto la Unión Soviética, era un país poderoso que se oponía de manera enérgica al imperialismo alemán, fueron los comunistas los que rechazaron contundentemente en primera instancia al poderío nazi y lógicamente fueron los primeros habitantes de los campos de concentración.

El texto en cuestión, es un llamado desgarrador a generar y a fomentar la solidaridad en todos los habitantes de un colectivo en momentos en los que se inicia un intento por controlar todas las estructuras sociales, pero eso sólo es posible cuando se ha creado conciencia en cada uno de los habitantes del cuerpo social, se necesita entonces que cada persona sea lo suficientemente madura como para no ser indiferente ante la desgracia del otro, y es que la indiferencia evidencia un alto grado de egoísmo ¿cómo puede avanzar una sociedad a altos grados de desarrollo, si no es capaz de resolver las perturbaciones que estremecen sus cimientos?

Precisamente la mezcla de los elementos antes citados – indiferencia y egoísmo- hace posible que se genere la intolerancia, con todos los problemas que esto acarrea. Intolerancia ante el que piensa distinto, al que se comporta distinto o simplemente al que tiene una enfermedad que lo obliga a llevar una vida con dificultades.
Leonardo Melero

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