Kiss hizo vibrar a Caracas
El escenario sobre el que se montó la banda Kiss es uno de los más gigantescos montados en espectáculos en Venezuela. Al frente de la gráfica, Paul Stanley y su guitarra (Gil Montaño)
Unos pocos minutos de lluvia casi le empapan la fiesta a los fans de Kiss en Caracas. "Llevo 20 años esperando verlos en vivo", dice Johnny Pettrus, de 41 años, que se presentó al concierto en La Rinconada junto con su esposa. "Así llueva fuego, nos vamos a quedar hasta el final. Los de Kiss son unos titanes", dice. Pero no sólo él se entregaría a disfrutar del show que congregó a miles de seguidores, durante dos horas de rock y emoción.
El escenario sobre el que se montó la banda Kiss es uno de los más gigantescos montados en espectáculos en Venezuela. Al frente de la gráfica, Paul Stanley y su guitarra (Gil Montaño)
Unos pocos minutos de lluvia casi le empapan la fiesta a los fans de Kiss en Caracas. "Llevo 20 años esperando verlos en vivo", dice Johnny Pettrus, de 41 años, que se presentó al concierto en La Rinconada junto con su esposa. "Así llueva fuego, nos vamos a quedar hasta el final. Los de Kiss son unos titanes", dice. Pero no sólo él se entregaría a disfrutar del show que congregó a miles de seguidores, durante dos horas de rock y emoción.
La primera ovación que Kiss le arrancó a Caracas ocurrió a las 9:36 p.m., después que Paul Willman les entibiara el escenario, mientras caía un gigantesco telón plateado que cubría la tarima y sus cuatro pantallas. El intro del sencillo Won't get fooled again y el tema Deuce abrieron la esperada presentación en la que, tal y como vaticinaron los fanáticos, no solo hubo gente de 30 ó 40 años, sino hasta a pequeñines de apenas meses de edad. Strutter y Got to choose siguieron en la lista de temas que Kiss escogió para cerrar su gira latinoamericana.
Cuando les llegó la hora de interpretar Hotter than hell, El Demonio (Simmons) tomó un sable y lo escupió de fuego, arrancando gritos y aplausos a la eufórica audiencia. Más tarde, cuando Paul Stanley deleitó a los fans con un solo de guitarra que interpretó sujetando el instrumento contra su espalda, hubo otra ovación y un saludo del grupo. "Eso sólo lo había visto en youtube", dijo otro fanático de nombre Rolando Guevara, de 24 años, vocalista de Cabuki. Siguió la fiesta rockera y con el tema Let me go Rock and roll, la banda ondeó una bandera venezolana.
"Esta noche es la noche. Últimamente hemos tocado en otros países, pero... Caracas hoy tu eres número uno", gritó Simmons provocando más euforia. Antes de que cantaran Black Diamond (1975), el corto silencio hizo suponer que algo pasó. Pero Simmons y Stanley interpretaron extractos de temas en español para salvar el show. Con Rock and roll all nite cayó más lluvia, esta vez de papelillos, que anunciaban el final.
Aunque hubo más. Stanley voló y Simmons escupió sangre. Mientras eso ocurría, del lado izquierdo de la tarima, paramédicos atendían gente. "Hubo 27 afectados. Demasiado alcohol".
Daniel Uzcategui
No hay comentarios.:
Publicar un comentario