viernes, septiembre 19, 2008

Parejas sin historia



Juan Liscano





Parejas sin historia



" Se acarician. Se bastan.

Están colmados por ellos mismos

colmados por la sed sensual del otro.


Se conocieron ayer:

llevan siglos de parecerse

de abrazarse en las paredes siempre únicas

de reconocerse en todos los lugares

donde el sueño esconde su tesoro

donde la dicha deja a la nostalgia

donde nunca estuvieron

donde están.


Aroma de piel ramajes íntima penumbra

labios que besan por la herida

rostro asomado al secreto del rostro que lo refleja

palabras que se derriten por los dedos

semejanzas descubiertas con delicia

apetencias de olvido y de sabores no probados

mientras se inventan paraísos sin castigo

y se cuentan a tientas el alma

mientras asumen el destino de las frutas

y la vida fulgura en ellos

con sus “siempre” y sus “nunca” efímeros

con sus “primera vez” repetido hasta el final

con sus partes confundidas cual miembros que el amor enlaza.


Hasta ellos no alcanza el rumor de la urbe

o será más bien que no lo oyen

que lo cubre el susurro con que se aman

que lo dispersa el soplo que se dan.


Se huelen se gustan se desean.

La libertad que encuentran los deslumbra.

Ascienden en una isla espacial entre los astros.

Pareja sin Historia

pareja constelada.


Se miran a sí mismos en el otro.

Ella aparece abierta impúdica ojerosa tremulante

él: enhiesto obsceno avisor posesivo

ella: contráctil húmeda gimiente umbría

él: herido llameante solar fulminado.

¡Cuánto abandono momentáneo!¡Cuánto triunfo!

Pueden equivocarse gozosamente

confundir las imágenes del deseo espejado

fundir los sabores de sus bocas

perderse juntos en el placer del otro

fluir de manantiales en arroyos

de arroyos en raudales de raudales en ríos

hasta el mar hasta volcarse en la unidad del origen

en el espacio pletórico y vibrante

donde cada movimiento se transmite de polo a polo

donde flotarán donde están flotando

como dos hipocampos entregados al rito nupcial.


Aflojan las redes y los nudos milenarios

arrojan de sí el pasado las cáscaras los trapos

viento propicio borra las huellas mezcla arenas y estrellas

le dan la espalda a la memoria hueca

para ser cresta de una ola

para ser cresta espuma sortilegio

cielo de mar espacio palpitante que rompe en sales

y en la cresta de esa ola de caballos tornasolados

que recorre de punta a punta el tiempo como una playa

me arrojo contigo!

¡la corro contigo hasta el final del día!

¡sobre su filo tú y yo somos jabalina y destello!

¡vivan este esfuerzo estos besos esta presencia única!

¡vivan este júbilo del mar los cuerpos aparejados!

¡nuestro almizcle que huele a marisco y a gato montés!

¡el relámpago en que nos dormimos juntos! "


Juan Liscano


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