Alejandro Sebastiani Verlezza
(Foto de Isabela Muci)
24 de diciembre, 2013
Patria dispersa: caes
como una pastillita de veneno sobre mis horas
Roque Dalton, “El alma nacional”
País mío no existes
solo eres una mala silueta mía
Roque Dalton, “El gran despecho”
Si no podemos conseguir harina
ni un litro de leche
ni un rollo de tualé
ni el hilo para amarrar las hallacas
si tampoco podemos conseguir
unas cuántas lechugas para nuestras
pobres bagatelas
–y qué decir de las buenas botellas de
siempre–
¿quién coño va a estar
pensando en la poesía
y la belleza?
he visto las mejores mentes de mi
generación quemarse por una idea
bueno
a mí me da lástima
no/
lástima
no
perdón
me-da-horror-me-da-pánico
quemarse por un cuerpo
–digo yo–
¿pero por una idea?
¿por una idea que solo existió en la
cabeza de alguien que ya no está?
esto solo para dar cuenta de la
magnitud del asunto
–quiero decir–
el hueco donde estamos metidos
pero claro
–¡cómo olvidarlo!–
el petróleo –siempre negro– suele
nublarnos
sobre todo por estos días de utilidades
cuando tenemos las barricadas repletas
de ron y lujuria
de
pan y circo
–tampoco podemos culparnos–
dígame usted
vecino
ahora son las diez de la noche
ayer el BCV devaluó
y retumban los fuegos artificiales
usted oye su vallenato en paz
empieza a manosear unos muslos de pollo
y la marea del ron le sugiere alegres
visiones
cómo pedirle a usted que piense en lo
que viene
si está inmerso en la poesía
–en
su poesía–
que no es ni mejor ni peor que la mía
/claro
está
esa es la vaina/
nadie
puede pedirle
que se detenga en algún pensamiento
–yo tampoco quiero hacerlo–
total
ya en enero se verá qué redondeamos
cualquier vaina montamos unas arepas en
el sartén
y las vendemos en la puerta del
edificio
porque eso sí
–la cocina se me da muy bien–
eso mismo me decían mis amigos en la
época del paro
cuando me pidieron hacer unos bistecs para venderlos
en
la cola de las gasolineras
pero yo no quise
–por
pendejo por flojo–
entonces
la patria
/la
patria del vallenato y la risa
la patria VTV y su mundo feliz
la patria mi calle se está cayendo pero
tenemos patria
la patria toda que pronto será un
refugio
–el de una idea, que no se me entienda mal–
la patria de los sapos y las botas
la patria de los que condenan ese trinchera
llamada desencanto
porque
decir “lucidez” ya sería demasiado
la patria
la
patria amigos míos
la patria de los que nos culpan –y
chantajean– por no militar en la idea
son las diez y pico de la noche
y este debe ser el tercer o cuarto
poemita político que escribo
“bueeeeeno”
–poemita es un decir–
más bien un leve panfleto contra el
poder y su loquera
–como Erasmo–
pero con intensiones muchísimo más
modestas
solo con un poco de indignación
una pizca de arrechera
póngase en la olla otro tanto de
melancolía
y revuélvase en el mierdero de la
historia
con las estadísticas de la inseguridad
lo explico así
lo más fácil posible
como si fuera una receta de cocina
como si fuera un poema del catire
¡Feliz Navidad, nojoda!
ALEJANDRO SEBASTIANI VERLEZZA