"Los escritores que han sucumbido a la
tentación del poder han terminado por dañar su escritura, o lo que es
peor, su conciencia" Ana Teresa Torres
lunes, diciembre 31, 2012
EL OFICIO POR DENTRO
sábado, diciembre 29, 2012
UNIÓN LIBRE
Mi mujer con cabellera de llamaradas de leño
con pensamientos de centellas de calor
con talle de reloj de arena
mi mujer con talle de nutria entre los dientes de un tigre
mi mujer con boca de escarapela y de ramillete de estrellas
de última magnitud
con dientes de huella de ratón blanco sobre la tierra blanca
con lengua de ámbar y vidrio frotados
mi mujer con lengua de hostia apuñalada
con lengua de muñeca que abre y cierra los ojos
con lengua de piedra increíble
mi mujer con pestañas de palotes escritos por un niño
con cejas de borde de nido de golondrina
mi mujer con sienes de pizarra de techo de invernadero
y de cristales empañados
mi mujer con hombros de champaña
y de fuente con cabezas de delfines bajo el hielo
mi mujer con muñecas de cerillas
mi mujer con dedos de azar y de as de corazón
con dedos de heno segado
mi mujer con axilas de marta y de bellotas
de noche de San Juan
de ligustro y de nido de escalarias
con brazos de espuma de mar y de esclusa
y de combinación de trigo y molino
mi mujer con piernas de cohete
con movimientos de relojería y desesperación
mi mujer con pantorrillas de médula de saúco
mi mujer con pies de iniciales
con pies de manojos de llaves con pies de pájaros en el
momento de beber
mi mujer con cuello de cebada sin pulir
mi mujer con garganta de Valle de Oro
de cita en el lecho mismo del torrente
con senos nocturnos
mi mujer con senos de montículo marino
mi mujer con senos de crisol de rubíes
con senos de espectro de la rosa bajo el rocío
mi mujer con vientre de apertura de abanico de los días
con vientre de garra gigante
mi mujer con espalda de pájaro que huye en vuelo vertical
con espalda de azogue
con espalda de luz
con nuca de canto rodado y de tiza mojada
y de caída de un vaso en el que acaban de beber
mi mujer con caderas de barquilla
con caderas de lustro y de plumas de flecha
y de canutos de pluma de pavo real blanco
de balanza insensible
mi mujer con nalgas de greda y amianto
mi mujer con nalgas de lomo de cisne
mi mujer con nalgas de primavera
con sexo de gladiolo
mi mujer con sexo de yacimiento aurífero y de ornitorrinco
mi mujer con sexo de alga y de viejos bombones
mi mujer con sexo de espejo
mi mujer con ojos llenos de lágrimas
con ojos de panoplia violeta y de aguja imantada
mi mujer con ojos de pradera
mi mujer con ojos de agua para beber en prisión
mi mujer con ojos de bosque eternamente bajo el hacha
con ojos de nivel de agua de nivel de aire de tierra y de fuego
ANDRÉ BRETÓN
De "L 'Union libre"
Versión de Aldo Pellegrini
Versión de Aldo Pellegrini
Mi mujer de cabellera de llamas de leña
De pensamientos de relámpagos de calor
De talle de reloj de arena
Mi mujer de talle de nutria entre los dientes del tigre
Mi mujer de boca de escarapela y de ramo de estrellas
de última magnitud
De dientes de huellas de rata blanca sobre la tierra blanca
De lengua de ámbar y de cristal frotados
Mi mujer de lengua de hostia apuñalada
De lengua de muñeca que abre y cierra los ojos
De lengua de piedra increíble
Mi mujer de pestañas de palotes de escritura de niño
De cejas de borde de nido de golondrina
Mi mujer de sienes de pizarra de tejado de invernadero
y de vaho de cristales
Mi mujer de hombros de champán
Y de fuente con cabezas de delfines bajo el hielo
Mi mujer de muñecas de cerillas
Mi mujer de dedos de azar y de as de corazones
De dedos de heno cortado
Mi mujer de axilas de marta y de encinas
De noche de San Juan
De alheña y de nido de escalarias
De brazos de espuma de mar y de esclusa
Y de mezcla del trigo y del molino
Mi mujer de piernas de bobina
De movimientos de relojería y de desesperaci6n
Mi mujer de pantorrillas de médula de saúco
Mi mujer de pies de iniciales
De pies de manojos de llaves de pies de calafates que beben
Mi mujer de cuello de cebada imperlada
Mi mujer de garganta de Valle de oro
De cita en el lecho mismo del torrente
De senos de noche
Mi mujer de senos de pinera marina
Mi mujer de senos de crisol de rubíes
De senos de espectro de la rosa bajo el rocío
Mi mujer de vientre de apertura de abanico de los días
De vientre de zarpa gigante
Mi mujer de espalda de pájaro que huye vertical
De espalda de mercurio
De espalda de luz
De nuca de piedra rodada y de creta mojada
Y de caída de un vaso en el que se acaba de beber
Mi mujer de caderas de lancha
De caderas de lucerna y de plumas de flecha
Y de tallos de pluma de pavorreal blanco
De balanza insensible
Mi mujer de muslos de greda y de amianto
Mi mujer de muslos de lomo de cisne
Mi mujer de muslos de primavera
De sexo de gladiolo
Mi mujer de sexo de placer y de ornitorrinco
Mi mujer de sexo de alga y de bombones antiguos
Mi mujer de sexo de espejo
Mi mujer de ojos llenos de lágrimas
De ojos de panoplia violeta y de aguja inmantada
Mi mujer de ojos de llanura
Mi mujer de ojos de agua para beber en prisión
Mi mujer de ojos de leña siempre bajo el hacha
De ojos de nivel de agua de nivel de aire de tierra y de fuego
ANDRÉ BRETÓN
Versión de
Manuel Álvarez Ortega
Cálidas Nalgas
Cálidas Nalgas
las muchachas mejicanas en el carnaval católico
parecen muy buenas
sus maridos andan en los bares
y las muchachas mejicanas lucen jóvenes
nariz aguileña con tremendos ojazos,
cálidas nalgas en apretados bluyines
han sido agarradas de algún modo,
sus maridos andan cansados de esos culos calientes
y las muchachas mejicanas caminan con sus hijos,
existe una tristeza real en sus ojazos
como si recordaran noches cuando sus bien parecidos hombres-
les dijeron tantas cosas bellas
cosas bellas que ellas nunca escucharán de nuevo,
y bajo la luna y en los relampagueos de las
luces del carnaval
lo veo todo y me paro silencioso y lo lamento por ellas.
ellas me ven observando-
el viejo chivo nos está mirando
está mirando a nuestros ojos;
ellas sonríen una a otra, hablan, salen juntas,
ríen, me miran por encima de sus hombros.
camino hacia una caseta
ponga una moneda de diez en el número once y gane un pastel
de chocolate con 13 coloreadas colombinas en la
cima
suficiente por demás para un ex-católico
y un admirador de los calientes y jóvenes y
no usados ya más
aflijidos culos de las mejicanas.
Charles Bukowski
Poema que no todos pueden leer (1973) (1977)
POEMA QUE NO TODOS PUEDEN LEER:
“Tú, cuando te desnudas, te pareces a un pino /
por la esbeltez exacta y el aroma divino. /
Te conviertes entonces en mi propia experiencia, /
te llenas de una hermosa, antigua y noble ciencia. /
Por tu ombligo pasean mis manos desmayadas /
como dos gritos solos. Blancas manos calladas, /
que hieren la tibieza de tu cuerpo sabroso, /
dulce como praderas, silente y memorioso. /
Estas manos te hurgan, te descubren delicias /
semejantes al mar. Breves, fijas caricias /
con las que quiero hollarte, como si tierra fueras /
por la que pasa un río sediento de praderas. /
Y por tu pecho andan dos tetas excelentes /
en las que yo amamanto todo lo que tú sientes. /
Altos y soberanos, tus pechos son mi vida /
que es alta y soberana tierra herida. /
Hieren tus piernas suaves y locas extremadas; /
después son dulces aves que, junto a mi, cansadas, /
duermen ese momento feliz, después del coito, /
cuando ha finalizado la noche del introito. /
Las noches son sagradas. Pero también el día. /
Hay ángeles, demonios, culos del mediodía. /
te veo, en fin, desnuda, como una gran memoria /
que no tiene pasado, ni presente, ni historia /
y es el perfecto instante /
en que todo lo amado se convierte en amante”.
Ludovico Silva (1973).
Poema que
no todos pueden leer
Tú,
cuando te desnudas, te pareces a un pino
por la
esbeltez exacta y el aroma divino
Te
conviertes entonces en mi propia experiencia,
te llenas
de una hermosa, antigua y noble ciencia.
Por tu
ombligo pasean mis manos desmayadas
como dos
gritos solos,. Blancas manos calladas,
que
hieren la tibieza de tu cuerpo sabroso,
dulce
como praderas, silente y memorioso.
Estas
manos te hurgan, te descubren delicias
semejantes
al mar. Breves, fijas caricias
Con las
que quiero hollarte, como si tierra fueras
por la
que pasa un río sediento de praderas.
Y por tu
pecho andan dos alas excelentes
en las
que yo adivino todo lo que tú sientes.
Altos y
soberanos, tus pechos son mi vida
que es
alta y soberana torre herida.
Hieren
tus piernas suaves y locas y extremadas;
después
son dulces aves que, junto a mi, cansadas,
duermen
ese momento feliz, después del coito
cuando ha
finalizado la noche del introito.
Las
noches son sagradas. Pero también el día.
Hay
ángeles, demonios, dioses del mediodía.
Te veo,
en fin desnuda, como una gran memoria
que no
tiene pasado, ni presente, ni historia
Y es el
perfecto instante
en que
todo lo amado se convierte en amante.
Ludovico
Silva de: In vino veritas (1977)
jueves, diciembre 13, 2012
Alanis Morissette - Uninvited - Live (HD)
martes, diciembre 11, 2012
jueves, diciembre 06, 2012
ADIÓS A UN GENIO, OSCAR NIEMEYER
CATEDRAL DE BELO HORIZONTE
MINISTERIO DE ASUNTOS EXTERIORES
LA VERSATILIDAD DE UN GENIO
MONUMENTO A BOLÍVAR (2007)
Selección de poemas para tí
Mariposa
tus alas me cobijan
cuando menos me lo espero
protégeme siempre...
(Para ti, mujer
mariposa)
Enciéndeme en el fulgor de tu pasión
llévame a esa dimensión en la que habitas y no me
dejes ir
consúmeme hasta quedar exhausto de ti
aglomera tus átomos con los míos
y viajemos
Para ti
Ese borderline por el que deambulo
cada vez que se me ausenta tu respiro...
Ese borderline por el que deambulo
cada vez que se me ausenta tu respiro...
Sin
título
(para ti mujer de
cabellos áureos)
Viajar por los valles y hondonadas ardientes de tu
cuerpo
durante horas y horas
contemplando los encantos de tu piel
blanca y eléctrica
acampar en la planicie de tu vientre
mientras descanso en el remanso de tu manantial
beber de él
transitar los senderos urgentes de tus piernas
y los caminos de tus pies
compartir tu calofrío sísmico e ingente
entre la cómplice estática de nuestros vellos
salados
y fugarnos de a poco a poco de nosotros mismos
PARA TI
Sucedió un día en primavera cuando una
mariposa decidió desplegar sus alas/
cubrirnos con aroma fresco y su sensual vuelo a todos los que con ella nos topamos/
llenarnos de colores preciosos los días y las tardes/
un día de primavera el amor brotó para quedarse con nosotros
cubrirnos con aroma fresco y su sensual vuelo a todos los que con ella nos topamos/
llenarnos de colores preciosos los días y las tardes/
un día de primavera el amor brotó para quedarse con nosotros
Barricadas
Ahora
tengo que escalar los Andes para llegar a tu lado de la cama
las
barricadas aparecen por doquier
las
sábanas emergen como valles escarpados y mis brazos no abarcan los distantes
kilómetros que separan tus ganas
de
mis ganas
si
tan sólo vibraras al eco de mi mensaje
engendraría
un sismo
para morir a orillas de tus pechos
Amo revelar tus sensaciones más secretas y
fundir mis ganas dentro de ellas
contemplar ese gozo clandestino, adentrar las
pupilas y derramar los deseos
mientras me envuelves en tus gemidos y
contorsiones urgentes
amo esa conexión sublime de espíritu y carne que
detiene los relojes, la misma que nos hace señores del tiempo
y la existencia.
Hoy se hizo presente
el roce de tu sonrisa por encima de mi cuello
el recuerdo de nuestros dedos
unidos como eslabones eternos
se hizo presente
tu lengua de fuego gravitando mis sentidos
el intenso de tus ojos invitándome a lo profundo de tu manantial
y tu temblor encima
de mi suspiro
Distancias de tu nombre y de tu cuerpo
La escultura y los dibujos aguardan en el mismo
sitio donde los dejaste,
los papiros y caracoles hablan de lejanas
distancias, de tu nombre y de tu cuerpo
y ésta piel que languidece, esperando tu regreso.
Sin Título
A pesar que hoy no tenga dinero ni para la gasolina
del tanque de mi carro
ni haya cumplido con mis deberes financieros
aunque el tráfico de la ciudad castigue mis
neuronas
y me obligue a un renovado ejercicio de paciencia
[cada vez que circulo por las calles y avenidas de Caracas
aun a pesar de la inexistencia de mi agenda
y de las miles de notas anegadas de detalles y
fechas olvidadas
de los consejos de los libros de Stephen Covey y de
Tom Peters
de la voracidad de los recibos de luz, agua y
condominio
quiero decirte que te amo
a pesar de la extensa sombra que me persigue cuando
camino
de las presiones laborales y
de la ropa sucia en la cesta de mi cuarto
aunque hoy a mi bolígrafo se le haya acabado la
tinta
y no haya anotado los versos que me asaltaron la
conciencia
[justo
cuando recordaba tus abrazos
A pesar de las noticias rojas de la prensa
del número galopante de muertos en las calles de
Bagdad
de los anuncios apocalípticos del deshielo de los
polos
de los tantos virus que atacan el buzón de mi
e-mail
yo sólo me atrevo a decirte que te amo
con el ímpetu del esplendor que irrumpe en la
tiniebla
con la decisión del que grita ¡ya basta! y busca
darle rumbo a su existencia
A una mujer
inolvidable de ojos verdes
Vaya y recuerde que la amo
tenga presente que me hace falta saber de su
mirada/
de sus latidos/
de su respiro/
que cada vez que se ausenta
el alma deja mi cuerpo y se va detrás de ese
vaivén mediterráneo de sus caderas
vaya y recuerde que la quiero alegre / risueña
impregnando al mundo de esa esencia femenina
que usted irradia
recuerde/
siempre recuerde/
que la amé desde el principio/
desde que mis ojos advirtieron la dulzura en sus
pupilas
desde que aprendí a diferenciar el timbre de su voz
desde que advertí la belleza de sus pies
desde que aprendí a sumergirme en la inmensidad de
su sonrisa
desde que comprendí que necesitaba el abrigo de sus
abrazos
vaya y recuerde que la amo
a pesar de mis olvidos
de mis descuidos
recuerde/
siempre recuerde/
que yo la amo
Véngase conmigo y tomemos de una vez por
todas, esas vacaciones que tanto hemos planeado,
Viajemos por los confines del padre río y confundámonos entre garzas y nubes
Lléveme de la mano por todos esos caminos que conoce a perfección,
Asalte mi sensorio con esa prodigiosa locura de la que sólo usted es capaz,
Enciéndame en el oliva deltáico de su mirada, como si no existiese un mañana,
Béseme, como si no hubiese un después.
Olvidémonos de la congestión vehicular, del alto tráfico de e-mails y de la subida del euro,
Sólo le ruego me encarcele en ese su amor fulgurante, que me subyuga, me obsesiona y arrebata, e ilumine mis senderos con ese derroche de corocoras que atesora como sonrisa.
Véngase conmigo; dejemos atrás al descomunal ruido de la ciudad, no atendamos llamadas, apaguemos los celulares, tan sólo déjeme saborear el poder salvífico de sus labios dentro de mis besos y muérdame mil y una veces con su pasión pertinaz y frenética –la misma que enloquece a mis neuronas- sólo béseme, hasta que se derrita la arena como se derriten por usted mis ganas, las de quererla mujer, las de adorarla.
Amémonos de tal manera, que hasta el mismísimo Espíritu Santo sienta envidia nuestra, que sólo yo sea el esclavo suyo y que sólo sea usted la esclava mía
Déjeme enviciarme lentamente con el sonido eterno de su voz sobre mi cuello
y alucinar a cada roce de su piel, permítame enredarme por esa su guedeja áurea, que me desquicia y trastorna, mientras desembarco con la fuerza de la vorágine en el manglar en el que se juntan sus piernas con mis piernas.
Perturbe mi juicio con el roce de sus manos, mientras ellas recorren mi anatomía con la destreza de una alfarera y me derriban una y otra vez ante la luz de la luna reflejada en las riberas del impetuoso Orinoco, Véngase conmigo de una vez por todas y enciéndame como si no existiese un mañana, béseme hasta que se derrita la arena, béseme; como si no hubiese un después.
Viajemos por los confines del padre río y confundámonos entre garzas y nubes
Lléveme de la mano por todos esos caminos que conoce a perfección,
Asalte mi sensorio con esa prodigiosa locura de la que sólo usted es capaz,
Enciéndame en el oliva deltáico de su mirada, como si no existiese un mañana,
Béseme, como si no hubiese un después.
Olvidémonos de la congestión vehicular, del alto tráfico de e-mails y de la subida del euro,
Sólo le ruego me encarcele en ese su amor fulgurante, que me subyuga, me obsesiona y arrebata, e ilumine mis senderos con ese derroche de corocoras que atesora como sonrisa.
Véngase conmigo; dejemos atrás al descomunal ruido de la ciudad, no atendamos llamadas, apaguemos los celulares, tan sólo déjeme saborear el poder salvífico de sus labios dentro de mis besos y muérdame mil y una veces con su pasión pertinaz y frenética –la misma que enloquece a mis neuronas- sólo béseme, hasta que se derrita la arena como se derriten por usted mis ganas, las de quererla mujer, las de adorarla.
Amémonos de tal manera, que hasta el mismísimo Espíritu Santo sienta envidia nuestra, que sólo yo sea el esclavo suyo y que sólo sea usted la esclava mía
Déjeme enviciarme lentamente con el sonido eterno de su voz sobre mi cuello
y alucinar a cada roce de su piel, permítame enredarme por esa su guedeja áurea, que me desquicia y trastorna, mientras desembarco con la fuerza de la vorágine en el manglar en el que se juntan sus piernas con mis piernas.
Perturbe mi juicio con el roce de sus manos, mientras ellas recorren mi anatomía con la destreza de una alfarera y me derriban una y otra vez ante la luz de la luna reflejada en las riberas del impetuoso Orinoco, Véngase conmigo de una vez por todas y enciéndame como si no existiese un mañana, béseme hasta que se derrita la arena, béseme; como si no hubiese un después.
Ofrenda
Participo de la creación del universo,
abandonándome plenamente en ti.
Adentrándome en el misterio de tu divinidad conozco
las maravillas del nirvana.
Soy uno contigo y eres una conmigo, cuando nos
fundimos en esa llamarada en la que el tiempo ya no existe.
Elevados, dejamos el plano físico para que nuestras
almas revoloteen al unísono de las miles de sensaciones que nos arrebatan la
conciencia...
Si me levanto temprano conjuraré a las piedras
hurgaré en las ganas que tengo de extrañarte
escucharé un cd de Janis y me refugiaré con ella
como siempre me rozará la frente en un beso de fuego
y me invitará a seguirle
si me levanto temprano
masticaré la imagen de tu cabello
evocaré nuestros combates aplaudiré tus victorias lamentaré mis derrotas
hurgaré en las ganas que tengo de extrañarte
escucharé un cd de Janis y me refugiaré con ella
como siempre me rozará la frente en un beso de fuego
y me invitará a seguirle
si me levanto temprano
masticaré la imagen de tu cabello
evocaré nuestros combates aplaudiré tus victorias lamentaré mis derrotas
volveré a morderte los pechos y me internaré en tus pupilas
Pero tan sólo si me levanto temprano
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