(basado en un texto de Juan Sánchez Peláez)
A Juan Sánchez Peláez
I
Un Anax Junius me visita todas las tardes y observa mi trabajo
mientras disfruto una taza de café
No comparte palabra alguna
sólo levita entre vapores de caolín y almizcle.
II
La primera de las tardes apareció de súbito
envuelto en una nube azul
escudriñaba papeles con su mirada atenta y brillante
quizás buscando una información
quizás sólo por curiosidad
III
Nunca ha compartido palabra alguna
sólo observa mi trabajo
mientras rehúsa un sorbo de café
un simple sorbo
y una pizca de galletas de laurel
IV
Hace una semana llegó más temprano que de costumbre
me sorprendió arreglando mi velocípedo
el mismo que había pintado con el color del tajinaste
al que le había arreglado aquella plastilina
derretida de los cauchos
V
Hace una semana
que ya no viene el Anax Junius
desde que miró la imagen de La Guadalupe
reflejada en el espejo del pasillo.
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1 comentario:
Querido Leonardo, volví a tu extraordinario poema porque anoche estaba soñando con estas mágicas palabras :"anax junius" y recordé la maravilla que escribiste. Abrazos, se te recuerda.
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