martes, septiembre 04, 2012






Safo A Cleis

Me amo en ti, 

en tu figura, 
me miro, 
transformada 
con la forma de mi sueño.

Al acariciarte 

es mi reflejo
el que acaricio 
narciso 
en el espejo de tu cuerpo. 

Me miro, así, 
toda yo 
vuelta carne tuya, 
belleza que amo, 
seda que acaricio
en tus mejillas. 

Sabor de tu piel 
en la blanca corola 
de tus senos 
y en la oscura y dulce fruta 
de tu sexo. 

Lenta y deleitosa
te recorro 
con mis dedos 
más sabios en
formas que los de Fidias, 
y vuelvo un
cinturón de oro 
mis brazos en torno 
a tu cintura,
mientras ávidas 
mis piernas
-como lianas-
se enredan en las tuyas 
al tiempo que no hay límite 
entre tu boca y la mía. 

¿Tú o yo?
¿Cuál soy? 
¿o cuál tú eres? 

Fundidas en el placer 
todo se borra, 
y sobre el lecho, entre
los deshojados jacintos 
de las rotas guirnaldas
-con que nos adornamos 
para el íntimo festejo-
sólo sé 
que soy llama 
encendida en tu aliento.

Enajenada en ti 
sin tiempo 
y sin fronteras.
Perdida el borde de mi cuerpo, 
en las oscuras aguas 
del orgasmo, 
me entrego hasta morir
en tu belleza.

Luz Mendez de la Vega

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