Hay noches en que el Universo pronuncia tu nombre bajito
como para que nadie más que tú lo escuche
noches en que el amor recorre las habitaciones de la casa
y al pasar por la tuya enciende la luz y no te ve
Hay noches en que los pensamientos más bajos no te abandonan
y en que el sueño no es reparador
ni te obsequia una limosna de falsa felicidad
Noches en que el corazón abre su boca
y te muestra su calle más oscura
Tomas el teléfono y la voz al otro lado de la línea
te recuerda lo que has dejado en los paréntesis de tu libro
La esperanza es una palabra extraña
que ha puesto sus ojos en otra ciudad
distante
pues como siempre ha olvidado tus señas
Esas noches sin fondo son buenas para despedirse
pues un buen libro
o la película que seleccionaste para ver
habitan en un sendero paralelo
a esta dimensión
Son noches para esconder tu cadáver
y que solo sea hallado cuando la embriaguez de los otros
ya no sea
En esos momentos la vida y el amor nos miran sin indulgencia
pues nunca fuimos habitantes confiables de sus casas
Esta noche está llena de sótanos
de laberintos en cuyo centro
hay un papel arrugado con este tiempo perdido que eres
Detente conductor
que me bajo en la próxima parada
da igual la que sea
no voy a ninguna parte
MIGUEL MARCOTRIGIANO LUNA
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